No cabe duda que entre las habilidades más soprendentes que se pueden encontrar en la saga de Assassin’s Creed es la capacidad de los protagonistas de saltar, escalar y correr de maneras inimaginables. Aquí les traemos ejemplos perfectos de que con algo de esfuerzo y dedicación, es posible moverse como los integrantes del Credo de los Asesinos.
Las acrobacias y piruetas que realizan Ezio y compañía en Assassin’s Creed tienen su origen en el Parkour, una disciplina nacida en Francia a principios de los 90′s.
El objetivo del parkour es el movimiento libre y fluido, al recorrer una ruta determinada superando obstáculos valiéndose únicamente de la hablilidad física y movimientos corporales. No existe ninguna regla en el parkour, simplemente un espíritu de autosuperación. Su lema es: “Ser y Durar”. Esto significa que el traceur (como se hacen llamar los practicantes de esta disciplina) no tiene que ponerse en peligro a sí mismo o a los demás e ir superándose cada día, y no debe competir ni intentar superar a los otros, también tiene que confiar en sí mismo, y no tener miedo, eso sí, sin ponerse en peligro.
Esto (exceptuando tal vez lo de dañar a otros, por obvias razones) cae como anillo al dedo a la filosofía de El Credo.
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